Redacción. Madrid
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha informado de la considerable disminución de la mortalidad por enfermedad coronaria que se ha producido en España durante los últimos años. Concretamente, entre 1988 y 2005 hubo una reducción del 40 por ciento de las defunciones por esta causa, lo que representan 8.530 muertes menos en 2005. Así lo refleja un estudio publicado en Revista Española de Cardiología (REC), que, tras analizar fuentes de información públicas como los estudios del Instituto Nacional de Estadística, la Encuesta de Morbilidad Hospitalaria u otros datos de estudios epidemiológicos, ha demostrado que esta disminución de la mortalidad se explica tanto por la mejora del tratamiento de la enfermedad coronaria, como por un mayor control de los factores de riesgo que la causan.
Roberto Elosua, miembro de la SEC y coordinador del Grupo de Investigación en Epidemiología y Genética Cardiovascular del IMIM.
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Durante los últimos años, la Cardiología ha evolucionado rápidamente, de modo que las mejoras en el tratamiento de la fase aguda del infarto de miocardio han supuesto una reducción de la mortalidad del 11 por ciento; las mejoras en prevención secundaria, una reducción del 10 por ciento de las defunciones, y las del tratamiento de la insuficiencia cardiaca, una disminución del 9 por ciento. La Dra. María Grau, investigadora del Instituto de Investigación Hospital del Mar (IMIM) de Barcelona, ha destacado que “gracias a la mejora en la asistencia sanitaria, los pacientes crónicos están mejor controlados”. “Además, tanto las técnicas de diagnóstico precoz como la respuesta ante un episodio coronario agudo han evolucionado de tal forma que estamos capacitados para reaccionar de forma mucho más rápida que años atrás”, ha señalado.
Un aspecto destacado del estudio ha sido la importante mejora en el control de los factores de riesgo estos últimos años. Concretamente, la disminución en el número de personas que presentan un colesterol elevado ha reducido un 31 por ciento las muertes por enfermedad coronaria. Además, la hipertensión tratada ascendió al 70 por ciento de los pacientes en 2005, aunque únicamente el 30 por ciento estaba bien controlada.
El estudio también ha observado una diferencia en los factores de riesgo según el sexo. Mientras que la prevalencia de tabaquismo ha disminuido entre los hombres (del 52,5 por ciento al 32,6), entre las mujeres, principalmente jóvenes, ha aumentado preocupantemente, del 9,1 por ciento al 19,1, lo que ha supuesto 340 muertes más. También el índice de masa corporal ha aumentado entre los hombres, por lo que se han producido 540 muertes más; así como la diabetes, cuya prevalencia también ha sufrido un aumento en varones.
Por su parte, la Dra. Gemma Flores, investigadora del Instituto de Investigación en Atención Primaria (IDIAP) Jordi Gol, se ha referido a que “en estos últimos años ha habido un mayor conocimiento por parte de la población tanto de la enfermedad coronaria como de la prevención de la misma”. “Es importante que tanto desde las instituciones públicas, como desde las asociaciones y fundaciones, se siga trabajando en campañas informativas para seguir reduciendo la prevalencia de los factores de riesgo”, ha destacado.
La SEC ha recordado que, aunque desde hace unos años la mortalidad por enfermedad coronaria y cardiovascular se ha ido reduciendo en España, estas enfermedades siguen siendo la primera causa de defunción con un 31,2 por ciento de las muertes del total que se producen en España. En este sentido, el Dr. Roberto Elosua, miembro de la SEC y coordinador del Grupo de Investigación en Epidemiología y Genética Cardiovascular del IMIM, ha dicho: “Es importante que sigamos trabajando para disminuir estas cifras, ya que el tratamiento de este tipo de patologías suponen un coste de 5.500 millones de euros en nuestro país, lo que supone el 7,1 por ciento del gasto sanitario nacional. Es por lo tanto un problema de salud pública”.
El estudio mencionado ha sido realizado por el IDIAP Jordi Gol, el IMIM, el Ciber de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición, The University of Liverpool, el Ciber de Epidemiología y Salud Pública y el Hospital Universitario Dr. Josep Trueta.
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