Redacción. Madrid
Las últimas novedades en intervencionismo percutáneo estructural y valvular han protagonizado el TeamWorkshop celebrado recientemente en Barcelona, que ha reunido a más de 100 especialistas relacionados con la implantación de válvulas. A través de casos prácticos y de un taller de Enfermería, se han dado a conocer el funcionamiento de nuevas válvulas como la Edward Sapiens y la Core Valve, además del Sistema Mitra Clip. Antonio Sierra, uno de los directores de la jornada, hace una valoración para Publicación Médica de Cardiología del desarrollo del curso.
Antonio Serra, uno de los directores del curso.
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¿Quién forma el comité científico del curso?
Eulogio García, Carlos Macaya, Andrés Iñiguez y yo.
¿Cuántos profesionales han asistido?
Alrededor de 150, entre ellos, grandes especialistas internacionales.
¿En qué ha consistido?
Este curso tiene, por una parte, un componente médico y, por otra, un taller de Enfermería, ya que se trata de una disciplina multidisciplinar. Es importante que desde Enfermería sepan preparar los dispositivos para implantar y los cuidados que hay que realizar al paciente antes y después de la intervención. Además, este tipo de patología involucra a los grupos de imagen cardiaca, porque el implante se hace a través del control de ecocardiografía.
A su vez, el paciente tiene que estar sedado y anestesiado, por lo que se requiere la labor de un anestesista. Asimismo, es el clínico el que se ocupa de la selección del paciente y de su control. En definitiva, intervienen clínicos, hemodinamistas, ecocardiografistas, anestesistas, cirujanos y profesionales de Enfermería. El cirujano es necesario ante una complicación o por si en algunos casos se lleva a cabo por exposición de la arteria.
¿Cuáles son las principales novedades de esta edición?
Se han presentado los principales avances, por ejemplo, las dos válvulas que ya están en el mercado: Edwards y Core. En las Edward hemos visto la evolución del delivery catheter, que es más delgado (18 french), y la novedad en la vaina de inserción que es más pequeña. En la Core hay otra novedad que es el nuevo delivery system, que la hace más manipulable.
Luego la estrella ha sido el Sistema Mitra Clip. Trata el problema de la insuficiencia mitral en el paciente con alto riesgo quirúrgico. El estudio Everest ya muestra la bondad de este dispositivo que es fácil de implantar, no requiere cirugía y permite implantar la válvula mitral sin tener que abrir el pecho.
La experiencia y resultados con el dispositivo Watchman es otro de los aspectos que se han abordado en el curso. Esta herramienta, que permite el cierre percutáneo de la orejuela izquierda, ofrece una alternativa a los medicamentos anticoagulantes - que se asocian con un mayor riesgo de sangrado - para los pacientes que experimentan fibrilación auricular que se encuentran en alto riesgo de accidente cerebrovascular. Está diseñado para impedir que se formen coágulos en una pequeña área del corazón denominada apéndice auricular, una especie de “bolsita” que pende en un lado de la aurícula. El apéndice al parecer tiene muy pocos propósitos y, sin embargo, es donde nace más del 90 por ciento de los coágulos que se forman en el corazón.
¿Qué valoración hace del curso?
Un 10. Se trata de un curso que hemos cuidado mucho y en el que han tenido lugar cinco casos en vivo. Asimismo, se aborda lo más novedoso de la patología estructural y hemos traído a grandes personalidad internacionales como Olaf Franzen, gran experto en el Clip Mitra.
¿Cuáles han sido los principales objetivos de esta iniciativa?
Expandir el conocimiento de los resultados de la patología estructural y que los profesionales se animen con ella. Además, otro de los propósitos ha sido sensibilizar a los centros, especialmente a los administradores, de que esta técnica, que es cara, ayuda a mucha gente y reduce la mortalidad. A su vez, estamos abriendo un camino de cara al futuro, aunque todavía no se puede hablar de un coste eficacia importante, ya que se utiliza con pacientes que presentan grandes comorbilidades. No obstante, más adelante se comenzará a utilizar con pacientes con menos comorbilidades y seremos capaces de demostrar su coste-eficacia. No hay que olvidar que ahorramos una cirugía al paciente.
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