Eva Fariña. Madrid
Los Dres. Joaquín Fernández de la Concha y Juan José García Guerrero, del Hospital Universitario Infanta Cristina de Badajoz, han participado en el estudio MADIT-RIT, cuyos resultados se han conocido a principios del mes de noviembre de 2012. El Dr. Fernández de la Concha ha explicado para Publicación Médica de Cardiología que “desde hace mucho tiempo está demostrado que en determinada población de riesgo el implante de un desfibrilador automático implantable (DAI) reduce la mortalidad por arritmias ventriculares”. Ahora, el estudio MADIT-RIT ha demostrado que gracias “a la programación de las terapias con desfibrilador es posible disminuir la mortalidad un 50 por ciento en relación a la programación clásica, la que se hacía anteriormente. También reduce casi un 80 por ciento las terapias inadecuadas, es decir, cuando un desfibrilador da una terapia en una situación que no la tiene que dar. Estos dos resultados son fundamentales, especialmente por el alto porcentaje de reducción de la mortalidad que se consigue simplemente con la programación”.
Los Dres. Joaquín Fernández de la Concha (izq.) y Juan José García Guerrero,
del Hospital Universitario Infanta Cristina de Badajoz.
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Para realizar este trabajo se han incluido a 1.500 pacientes procedentes de 98 centros internacionales. El único hospital de la Península Ibérica que ha participado ha sido el Infanta Cristina de Badajoz. A nivel mundial, este centro extremeño ha sido el sexto en cuanto a la inclusión de pacientes, con 32 randomizados.
Los resultados del estudio van a implicar, con seguridad, que las guías terapéuticas en el ámbito de las arritmias vayan a variar, “porque es muy grande el número de pacientes en el que se ha demostrado que disminuye un 50 por ciento la mortalidad, y un 80 por ciento, las terapias inadecuadas”.
Indicación de desfibrilador con prevención primaria
A finales de junio de 2010, estos dos expertos comenzaron a seleccionar a los pacientes candidatos a participar en el estudio, según ha indicado el Dr. Fernández de la Concha, quien ha añadido que todos tenían indicación de desfibrilador automático implantable con prevención primaria: “Estos pacientes sufrían cardiopatía, con una función ventricular baja y un alto riesgo de muerte arrítmica, pero no se había demostrado que tuvieran previamente ningún evento de taquicardia ventricular mantenida o una fibrilación ventricular, es decir, no habían tenido todavía ningún evento arrítmico demostrado, al menos, previamente al implante. Por eso se llama prevención primaria”.
Según estos especialistas, los resultados del estudio MADIT-RIT supondrán cambios en las guías de práctica clínica: “Desde hace mucho tiempo nosotros ya estamos siguiendo las nuevas recomendaciones, porque ya había estudios previos que indicaban que era probable que la programación mejorara la supervivencia y redujera las terapias inadecuadas. Tras conocer los resultados de este estudio, estamos cambiando la programación a todos nuestros pacientes que tienen un DAI implantado como prevención primaria, y la adaptamos a los grupos que han demostrado la reducción de la mortalidad y de la terapia inadecuada”.
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