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Jueves, 07 de julio de 2011   |  Número 36
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EN PRIMERA PERSONA
LUIS RODRÍGUEZ PADIAL, JEFE DEL SERVICIO DE CARDIOLOGÍA DEL HOSPITAL VIRGEN DE LA SALUD DE TOLEDO
“Los registros nos muestran que hay pacientes con insuficiencia cardiaca que no toman los fármacos a las dosis adecuadas”
El desarrollo de dispositivos de asistencia ventricular centra la investigación en esta área

Marta Gómez. Madrid
Los dispositivos de asistencia ventricular se han convertido en un gran aliado de los pacientes con insuficiencia cardiaca en espera de trasplante. Luis Rodríguez Padial, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Virgen de la Salud de Toledo y presidente del Colegio de Médicos toledano, ha explicado a Publicación Médica de Cardiología, hacia dónde se dirigen los avances en la insuficiencia cardiaca, patología que aumenta en la actualidad debido a factores como la hipertensión, la diabetes o las cardiopatías congénitas.

¿Cuál es la situación de la insuficiencia cardiaca en España?

Luis Rodríguez Padial.

La insuficiencia cardiaca tiene una elevada prevalencia en nuestro país y se espera que aumente, porque es la situación clínica a la que conducen otros problemas cardiovasculares. Al hablar de infarto de miocardio, no podemos dejar de lado aspectos como la hipertensión o las cardiopatías congénitas, entre otros. También el envejecimiento de la población provoca que aumente la insuficiencia cardiaca.

¿Esto conllevará un elevado coste económico?

Sí, sobre todo en los ingresos hospitalarios. Debe ser objetivo del profesional evitar el ingreso mediante un buen control del paciente y una correcta indicación del tratamiento. No obstante, en estos pacientes, pese a disponer de fármacos de calidad, sigue produciéndose un elevado número de muertes. Algunos requieren trasplantes en las fases avanzadas, pero los corazones para esta indicación van disminuyendo.

¿Hacia dónde se dirige la investigación en estos momentos?

En primer lugar, es importante destacar que la investigación en este ámbito es muy amplia y fructífera. Se centra principalmente en los tratamientos, en la fisiopatología, es decir, cómo una corazón pasa de ser sano a no serlo, y, principalmente, en la asistencia ventricular. Así, antes muchos pacientes llegaban al trasplante, pero ahora con el desarrollo de la asistencia ventricular se aleja más en el tiempo esa opción.

¿Cuál debe ser el papel del cardiólogo ante la insuficiencia cardiaca?

Tenemos que tener un papel en todas las fases, en primer lugar en el control de los factores de riesgo para evitar el infarto y que no aparezca la insuficiencia. Luego, debemos apostar por tratamientos que muestren su efectividad y desciendan la mortalidad. Los registros nos muestran que no todos los pacientes reciben todos los tratamientos, y cuando los toman no se indican a las dosis máximas, por lo que hay un porcentaje de enfermos que no se benefician de estos fármacos.

La prevención y la utilización exhaustiva de las terapias que han demostrado beneficio son las piezas claves.

Y en estos momentos, ¿en qué trabajos está involucrado?

Como cardiólogo clínico, en la actualidad estoy centrado en temas de proteómica en la estenosis aórtica. Recientemente hemos estado presentando datos de un estudio de Ivabradina en pacientes con insuficiencia para reducir la frecuencia cardiaca. El trabajo ha demostrado que en enfermos con insuficiencia cardiaca, con tratamiento máximo y con frecuencia cardiaca elevada, bajar esta última disminuye la mortalidad cardiovascular y los ingresos hospitalarios.

En todo paciente con insuficiencia cardiaca hay que mirar la frecuencia cardiaca. Si está por encima de 70, habrá que aumentar los betabloqueantes o añadir Ivabradina para que descienda hasta 60 latidos por minuto.
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