Redacción. Madrid
Uno de los objetivos más importantes de la medicina actual es poder sustituir por completo la función del corazón. Así, actualmente se dispone de asistencias ventriculares de última generación totalmente transportables que sirven como puente al trasplante cardiaco con una durabilidad tan alta que, incluso, pueden convertirse en una alternativa al trasplante en pacientes ancianos con insuficiencia cardiaca muy avanzada que no responden a los tratamientos convencionales. Unos dispositivos ya consolidados en otros países desarrollados con una tasa baja de donación de corazón, pero no en España donde esta tasa ha sido tradicionalmente una de las más altas del mundo.
Asistencia ventricular de larga duración.
|
“El uso de esta tecnología no se ha generalizado en España debido al alto índice de donaciones que siempre ha habido para realizar un trasplante cardíaco, algo que no ha sucedido en otros países de nuestro entorno”, explica José González Costello, cardiólogo de la Unidad de Cardiología del Hospital Universitario de Bellvitge, en Barcelona. La bajada del número de accidentes de tráfico en España ha cambiado esta situación y, además, hay que tener en cuenta que la insuficiencia cardiaca afecta ya un entre el uno y el dos por ciento de la población, un diez por ciento en mayores de 70 años, y es una enfermedad que año tras año aumenta su prevalencia. Por todo ello, cada vez se hace más necesaria la incorporación de bombas ventriculares de larga duración como alternativa al trasplante.
Durante el año 2013, el Hospital Universitario de Bellvitge ha realizado tres intervenciones de implantación de dispositivos de asistencia ventricular de media-larga duración, consolidándose así como uno de los centros de referencia estatal en este tipo de tratamientos cardíacos de máxima complejidad. “Para poder aumentar el número de implantes de estos dispositivos en España es muy importante una buena formación de los profesionales que tratan pacientes con insuficiencia cardíaca severa”, indica Daniel Ortiz, cirujano cardiaco del Servicio de Cirugía Cardiaca del Hospital Universitario de Bellvitge. Los días 27 y 28 de febrero se ha celebrado en el hospital el V Curso Internacional de Asistencia Circulatoria Mecánica, donde los mejores expertos nacionales e internacionales de Cambridge, Nueva York, París y Berna, entre otros, han presentado las últimas novedades en sistemas de soporte circulatorio mecánico. Un simposio que este año ha puesto especial énfasis en la información y el intercambio de conocimientos sobre los dispositivos de asistencia de larga duración para su inminente implantación en todo el territorio español.
Las asistencias ventriculares de larga duración son bombas centrífugas o axiales que dan un flujo continuo de sangre y sustituyen de forma parcial o total la función del ventrículo izquierdo del corazón, llevando sangre del ventrículo izquierdo a la arteria aorta. Para que esta bomba funcione, se precisa de energía eléctrica que se consigue mediante un cable que sale del abdomen del paciente y se conecta a unas baterías recargables, lo que permite al paciente ser autónomo y poder disfrutar de una buena calidad de vida en su domicilio.
Desde hace 20 años la tecnología de los dispositivos de asistencia ventricular o lo que también se denomina corazones artificiales ha experimentado grandes avances en temas de durabilidad de energía y biocompatibilidad con la sangre del enfermo. “Las asistencias ventriculares de nueva generación permiten, principalmente, aumentar el tiempo de funcionamiento de los dispositivos, hacerlos más fiables y disminuir las complicaciones de trombosis”, asegura Ortiz. Además, se ha conseguido reducir el tamaño del sistema de control y de las baterías externas para facilitar la movilidad del paciente y su vida diaria. |