Redacción. Madrid
El 26 de marzo se conmemora del Día Nacional del Trasplante, una fecha en la que la Fundación Española del Corazón (FEC) anuncia que el 50 por ciento de los trasplantes cardiacos que se realizan en España son de carácter urgente y que el número de donantes se ha estancado debido, principalmente, a la disminución de los traumatismo craneoencefálicos producidos por los accidentes de tráfico.
Nicolás Manito, presidente de la Sección de Insuficiencia Cardiaca y Trasplante de la SEC.
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“La tasa de éxito del trasplante de corazón es muy elevada; el 85 por ciento de las personas que reciben un nuevo corazón lo acepta correctamente y puede llegar a tener una calidad de vida normal con el cumplimiento de la medicación inmunosupresora, hábitos saludables y control de los factores de riesgo cardiovascular”, destaca Nicolás Manito, presidente de la Sección de Insuficiencia Cardiaca y Trasplante de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). Las causas del trasplante son, en un 95 por ciento de los casos, por enfermedades de las arterias coronarias o debido a corazones dilatados que llevan a que el corazón falle y se produzca una insuficiencia cardíaca.
Justamente este año se cumplen 30 años del primer trasplante cardiaco realizado en España. Fue en el año 1984, cuando el equipo liderado por Josep María Caralps y Josep Oriol Bonín, del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, trasplantó el corazón a un paciente que sobrevivió nueves meses tras la operación. Desde entonces se han realizado 7.024 trasplantes cardiacos en España. En concreto, el pasado año 2013 se realizaron un total de 249 trasplantes de corazón, lo que representan dos procedimientos más que el año anterior, según los últimos datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
En referencia al perfil del donante, Manito destaca que, “el donante óptimo para este tipo de trasplante sería una persona joven, por debajo de los 50 años, que no tenga factores de riesgo cardiovascular y que muestre una correcta funcionalidad del corazón, por ello siempre es imprescindible realizar una ecocardiografía que evalúe la correcta función cardiaca”.
El principal obstáculo con el que nos encontramos actualmente en España en este sentido es un estancamiento a la baja del número de donantes óptimos. Antiguamente, la causa de la muerte mayoritaria de los donantes cardiacos era el accidente de tráfico; ahora, la mayoría de donantes (53 por ciento) provienen de accidentes vascular cerebrales. Los donantes por accidente de tráfico han pasado a estar en tercer lugar representando un 13,6 por ciento, otros traumatismos craneoencefálicos un 16,4 por ciento y las encefalopatías pos-anóxicas un 10,8 por ciento, según datos del informe informe cardiaco de la ONT.
Asimismo, estamos cada vez delante de un donante más envejecido, con una media que ya supera los 40 años. Si en 2000 el 76 por ciento de los trasplantes provenían de donantes menores de 45 años, en 2013 este porcentaje ha sido de solo de un 54 por ciento. Por tanto, añade el especialista, “el número de donantes cardiacos óptimo está bajando y estamos delante de corazones más ancianos, con más factores de riesgo, con más comorbilidades, etc.; lo que nos obliga a ser más estrictos en la detección de la enfermedad coronaria del donante, que es el problema que más nos preocupa en este tipo de enfermos”.
Alternativas al trasplante cardiaco convencional
Ante esta situación que limita el número de procedimientos, urge la necesidad de poder implantar, cada vez más, alternativas al trasplante convencional. La mejor opción, según indica Manito, pasa por aplicar las nuevas opciones existentes como el corazón mecánico, un dispositivo que suple la función de la bomba cardiaca. En este sentido, el cardiólogo de la SEC manifiesta que, “en los próximos años habrá más pacientes con corazones mecánicos de larga duración o asistencia ventricular mecánica de larga duración, que trasplantes tradicionales”.
Su aplicación en otros países ya es una realidad, dado que hay menos opción al trasplante cardiaco que en España. En nuestro país su implantación aún es escasa, ya que las asistencias ventriculares mecánicas que se indican son de corta duración y para pacientes que se encuentran en situación de emergencia, como fase previa a recibir el trasplante. “Uno de cada dos pacientes llega a la situación de emergencia mediante una asistencia ventricular mecánica o un dispositivo mecánico (balón de pulsación intraaórtico), como etapa previa para acceder al trasplante”, explica Manito.
El uso del corazón mecánico de larga duración se ha extendido en otros países donde hay pacientes que ya llevan estos dispositivos desde hace años. A esta estrategia de tratamiento se la denomina terapia de destino, ya que son dispositivos que suplen de forma definitiva y efectiva al ventrículo izquierdo, pero por diversas causas su aplicación en España es aún muy residual. “La expectativa de vida con estos aparatos es prácticamente muy similar a la del trasplante convencional; de tal forma que cada vez se irá sustituyendo más el trasplante cardíaco por estos corazones mecánicos”, destaca el especialista. “A nivel mundial hace ya siete años que se están implantando estos corazones mecánicos. Aun así, en España solo hay diez casos de experiencia en la implantación de estos corazones, mientras que en Estados Unidos el año pasado se implantaron más de mil aparatos. Personalmente, creo que el trasplante cardiaco quedará como una opción marginal y que el futuro de la insuficiencia cardiaca avanzada pasa por los corazones mecánicos”, señala el presidente de la Sección Insuficiencia Cardiaca y Trasplante.
Hoy en día solo se están beneficiando de esta opción los pacientes que no son candidatos al trasplante cardiaco debido a alguna contraindicación para el mismo, como un antecedente reciente de cáncer o una edad entre 70 y 75 años. Aun así, su penetración es baja en España debido a su alto coste, cerca de 90.000 euros por paciente.
Otras opciones con aún menor aplicación son el corazón artificial total, que consiste en sustituir completamente el corazón por un corazón mecánico y que ya se ha empezado a implantar en otros países, o los corazones bio-artificales, que aún están en fase experimental. “Sin embargo esta opción, aunque no está todavía suficientemente desarrollada, podría llegar a ser una fuente inagotable de corazones para tratar la insuficiencia cardiaca”, aclara Manito.
A día de hoy, entre 110 y 120 personas están a la espera de poder recibir un corazón. De estas, cerca de un 60 por ciento está recibiendo el trasplante mientras que el 40 por ciento restante sigue en las listas de espera. Cabe destacar, por ello, que la mortalidad en las listas de espera es baja, ya que se encuentra cerca del cuatro por ciento. En este sentido, Manito asegura que “la lista de espera que tenemos en España es de las más cortas de Europa. La media de tiempo de espera para un corazón electivo (no urgente) es de aproximadamente cuatro meses (138 días), y la media de tiempo para recibir un corazón de forma urgente es de 19 días”.
En la actualidad un total de 18 hospitales españoles tienen un programa de trasplante cardiaco. La comunidad autónoma que más trasplantes ha realizado en 2013 ha sido Madrid con 62 operaciones, seguida de Cataluña con 52. Por hospitales, el que más trasplantes de corazón ha realizado es el Hospital Marqués de Valdecilla (Cantabria) con 25 procedimientos, seguido del Hospital Gregorio Marañón (Madrid), el Hospital La Fé (Valencia) y el Hospital Clínic (Barcelona).
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