Sandra Melgarejo. Madrid
El número de junio de Revista Española de Cardiología incluye el estudio Epidemiología del síndrome coronario agudo en España: estimación del número de casos y la tendencia de 2005 a 2049. Uno de sus autores es Jaume Marrugat, director del Programa de Investigación en Procesos Inflamatorios y Cardiovasculares del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) de Barcelona, quien ha indicado a Publicación Médica de Cardiología que se trata de “una puesta al día de las tasas de incidencia y del número de casos de síndrome coronario agudo que se producen cada año en España, globalmente y por comunidades autónomas, para tener una idea de cuáles serán las necesidades asistenciales de los próximos años”. “Además, hacemos proyecciones a 20 y más años, que también nos sirven para orientarnos, en función de lo que va a pasar demográficamente (según las estimaciones del INE) y la tendencia en cuanto a mortalidad e incidencia de la enfermedad”.
Los autores del estudio: Roberto Elosua, Irene R. Dégano y Jaume Marrugat.
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La estimación del número total de casos de síndrome coronario agudo en España en 2013 es de unos 116.000. “Aunque la mortalidad intrahospitalaria ha bajado muchísimo en las últimas tres décadas, el problema es que muchas personas, unas 30.000 (el 26 por ciento), van a morir antes de llegar a un hospital. De los 85.000 pacientes que sí son ingresados en hospitales españoles, algo más de la mitad (56 por ciento) van a tener un síndrome coronario agudo sin elevación del ST; el 38 por ciento tendrá un síndrome coronario agudo con elevación del ST; y el seis por ciento restante tendrá un síndrome coronario agudo no clasificable. El 81 por ciento de los pacientes ingresados tendrá infarto de miocardio y el resto, angina inestable”, ha detallado Marrugat.
“En los próximos 10 o 20 años, lo que va a pasar es que la demografía nos conducirá a una situación preocupante. En el grupo de edad de 25 a 74 años la tendencia de la incidencia de esta patología permanece bastante estable, pero aumentará de forma espectacular en la gente mayor de 74 años por dos motivos: porque habrá mucha más gente en ese grupo de edad y porque el sistema sanitario concentra los acontecimientos importantes, como la muerte por infarto de miocardio, en edades más avanzadas (esto ya ha sido demostrado en el estudio Regicor, que lleva 35 años en marcha). Estos dos fenómenos provocan que casi se llegue a duplicar el número de casos en el grupo de edad de mayores de 74”, ha destacado el director del Programa de Investigación en Procesos Inflamatorios y Cardiovasculares del IMIM.
Marrugat ha matizado que el problema de la proporción de personas que mueren antes de llegar al hospital “parece inevitable ya que no ha cambiado en los últimos 30 años” y que tiene que ver con la muerte súbita asociada a la enfermedad, “una situación muy difícil de mejorar”. “Lo único que podemos hacer para luchar contra eso es reducir el número total de casos de síndrome coronario agudo y poner desfibriladores cerca de la población, a pesar del coste y de que su utilidad es relativamente baja porque, aunque haya un desfibrilador, puede no haber una persona adecuada para usarlo”. No obstante, el especialista ha afirmado que “la prevención primaria ha mejorado mucho”. “De hecho, en los últimos 20 años, la mitad de los casos ahorrados de muerte por enfermedad cardiovascular se debe a la prevención primaria y la otra mitad, a las mejoras terapéuticas en fase aguda”.
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