Política de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para recopilar información que ayuda a optimizar su visita. Las cookies no se utilizan para recoger información de carácter personal. Usted puede permitir su uso o rechazarlo, también puede cambiar su configuración siempre que lo desee. Al continuar con la navegación entendemos que se acepta nuestra política de cookies.

Jueves, 15 de marzo de 2012   |  Número 49
Acceda a nuestra hemeroteca


EN PORTADA
EN AQUELLOS ENFERMOS CON HIPERTENSION ARTERIAL RESISTENTE
La denervación renal se postula como alternativa costo-efectiva en el hipertenso
JACC publica un estudio que demuestra sus beneficios para la función cardiaca

Francisco Fernández-Avilés, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

Javier Barbado. Madrid
La ablación de la inervación simpática que rodea a la arteria renal por medio de técnicas mínimamente invasivas no solo reduce la presión arterial de los enfermos aquejados de esta peligrosa disfunción (origen de patología cardiovascular grave como episodios de ictus, infarto agudo de miocardio o insuficiencia cardiaca), sino que también reduce el engrosamiento cardiaco y mejora la función diastólica, parámetros que regulan la fisiología del corazón, y suponen menor coste para el hospital que los tratamientos tradicionales, según ha explicado a Publicación Médica de Cardiología el Dr. Francisco Fernández-Avilés, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. El estudio ‘Renal Sympathetic Denervation Reduces Left Ventricular Hypertrophy and Improves Cardiac Function in Patients With Resistant Hypertension’ ha sido publicado por la revista Journal of the American College of Cardiology (JACC).

El procedimiento consiste en introducir un catéter por la arteria femoral, alcanzar por esa vía la arteria renal y aplicar varios haces de radiofrecuencia en la inervación simpática periférica de la zona. De acuerdo con este especialista, los beneficios que reporta la técnica al enfermo persisten durante un periodo mínimo de 18 meses, y se revelan, por tanto, mucho mejores que los obtenidos con los tratamientos tradicionales. Está indicada en aquellos pacientes refractarios al tratamiento farmacológico de la hipertensión arterial y apenas requiere del ingreso del paciente por un día en el hospital o incluso se prescinde de la hospitalización.

Con todo, su mantenimiento y coste todavía no se ha estudiado en España (en el Hospital Gregorio Marañón se practica gracias a programas de docencia e investigación específicos), pero todo apunta a que su aplicación sea más costo-efectiva que otras alternativas, porque así lo demuestran los datos publicados en los programas del Instituto Nacional para la Excelencia Sanitaria y Clínica británico (NICE).

| La información que figura en esta edición digital está dirigida exclusivamente al profesional destinado a prescribir o dispensar medicamentos por lo que se requiere una formación especializada para su correcta interpretación |

© 2004 - 2024 Sanitaria 2000, S.L.U. - Todos los derechos reservados.
agencia interactiva iberpixel.com