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Jueves, 07 de julio de 2011   |  Número 36
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actualidad
SEGÚN UN ESTUDIO PUBLICADO EN ‘EUROPEAN HEARTH JOURNAL’
Extraer las amígdalas y el apéndice en la infancia aumenta el riesgo de infarto
La SEC recomienda que sólo se extirpen cuando otros tratamientos no hayan sido fructíferos

Redacción. Madrid
Según el estudio ‘Childhood appendectomy, tonsillectomy, and risk for premature acute myocardial infarction: a nationwide population-based cohort study’, publicado recientemente en European Heart Journal, la extirpación de las amígdalas antes de los 20 años de edad aumenta un 44 por ciento el riesgo de padecer un infarto agudo de miocardio, mientras que la extirpación del apéndice lo hace un 33 por ciento.

Alfonso Varela.

Tanto las amígdalas como el apéndice son considerados órganos linfoides secundarios y son componentes del sistema inmunológico humano, por lo que juegan un papel importante en la defensa natural del cuerpo contra las infecciones, con mayor relevancia durante los primeros años de vida.

La extirpación de las amígdalas y del apéndice son intervenciones quirúrgicas comunes. Concretamente, en nuestro país entre el 10 y el 20 por ciento de los menores reciben alguna de estas dos operaciones.

“Aunque todavía no se sabe a ciencia cierta el mecanismo exacto, los autores del estudio creen que el aumento del riesgo de infarto ante una extirpación de apéndice o amígdalas es consecuencia de la alteración que provoca esta cirugía en el sistema inmune”, destaca Alfonso Varela Román, vicesecretario de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

“Lo que sí se hace cada vez más evidente con estudios como éste, es el papel que juega la inflamación en el desarrollo de la arterioesclerosis, que a su vez puede derivar en un infarto”, comenta Varela Román. “La presencia de mediadores inflamatorios en las arterias coronarias favorece el desarrollo de la placa de ateroma y puede desencadenar un infarto”, añade.

“Es importante no alertar a la población sobre estas intervenciones, ya que el estudio solo sugiere la existencia de un posible relación causal. Pero desde la SEC recomendamos que únicamente se realicen en los casos en los que otro tipo de tratamiento no haya sido efectivo, evitando las intervenciones de tipo preventivo, ya que diversos estudios realizados en los últimos años, demuestran que la extirpación de estos órganos linfoides secundarios no es tan inocuo como se creía”, concluye el cardiólogo.

El estudio fue realizado de forma retrospectiva por investigadores del Departamento de Salud Pública del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia). Se analizaron los registros nacionales de salud de Suecia entre 1955 y 1970, en los que se obtuvieron 54.449 apendicectomías y 27.284 amigdalectomías realizadas a menores de 20 años.

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