Redacción. Madrid
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) acaban de anunciar su intención de colaborar conjuntamente en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares a través de un mayor control de la periodontitis. Y es que son diversos estudios los que ya han asociado una relación entre la periodontitis y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, concretamente de infarto e ictus.
José Ramón González-Juanatey, presidente electo de la SEC; David Herrera, presidente de SEPA; y Vicente Bertomeu, presidente de la SEC.
|
En las enfermedades periodontales se libera en la sangre una gran cantidad de bacterias, toxinas y mediadores inflamatorios que pueden afectar a diferentes órganos. La presencia de bacterias y ciertos mediadores inflamatorios en las arterias coronarias es capaz de desencadenar la movilización de la placa de ateroma, que obstruyendo la luz de la arteria coronaria desencadena el infarto.
“Estas evidencias científicas han hecho que se incluya la periodontitis como factor de riesgo cardiovascular en las Guías para la prevención de la enfermedad cardiovascular en la práctica clínica publicadas por la European Society of Cardiology. Así, se hace necesaria la colaboración entre odontólogos y cardiólogos para asegurar un mejor control de estos procesos inflamatorios que permitan reducir el riesgo de padecer una enfermedad del corazón y trabajar conjuntamente para mejorar la formación de los profesionales y de los pacientes”, anuncia Vicente Bertomeu, presidente de la SEC. “Ambas especialidades compartimos enfermos comunes, ya que ellos deben tratar pacientes con cardiopatías que precisan tratamiento anticoagulante o antiagregante y la existencia de focos sépticos puede ser causa de endocarditis bacteriana”.
“Es necesario que los profesionales sanitarios sean conscientes de esta asociación y que tengamos guías clínicas adecuadas que permitan la atención correcta a los pacientes, tanto en las clínicas médicas como odontológicas, en relación con el riesgo cardiovascular”, declara David Herrera, presidente de SEPA. “El trabajo de grupos de expertos de ambas sociedades debe permitir preparar estas guías, con especial énfasis en la identificación y el manejo del paciente con riesgo cardiovascular en la consulta de odontología, y en la evaluación de la salud bucodental en la clínica médica”.
Como posibles escenarios de colaboración, se apuntan: la participación cruzada en sesiones de los respectivos congresos, la realización de reuniones científicas conjuntas, actuaciones en temas relacionados con la formación de especialistas, obtención de financiación para la realización de proyectos de investigación conjuntos y dotación de becas, actuaciones conjuntas respecto a organismos e instituciones nacionales e internacionales, el establecimiento de enlaces entre las respectivas páginas web o la puesta en marcha de programas de divulgación dirigidos a otros profesionales de la salud.
La vinculación de SEPA y SEC tiene un antecedente destacado reciente: la publicación conjunta del libro Patología periodontal y cardiovascular: su interrelación e implicaciones para la salud, un trabajo conjunto coordinado por Blas Noguerol y Eduardo de Teresa.
|