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Jueves, 14 de junio de 2012   |  Número 54
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ACTUALIDAD
UNA MAYOR DURACIÓN DEL PRODUCTO SUPONE UNA MEJOR RELACIÓN CALIDAD-PRECIO
Al 73 por ciento de portadores de DAI y CRT-D le preocupa la longevidad del dispositivo
El programa de garantía prolongada de Boston Scientific ofrece la garantía más duradera disponible, de hasta 10 años

Redacción. Madrid
Los pacientes con insuficiencia cardiaca viven más tiempo: una media de siete años desde el implante. En la actualidad, el 70 por ciento de los pacientes con desfibrilador automático implantable (DAI) necesitan que se les sustituya el dispositivo al menos una vez, debido al agotamiento de la batería. El implante quirúrgico comporta riesgos: un 9,1 por ciento de los implantes acarrea efectos secundarios. Por tanto, un menor número de sustituciones de los dispositivos supone un menor riesgo en general para todos los pacientes. Al 73 de los pacientes portadores de un DAI o un resincronizador (CRT-D) les preocupa la duración de la batería del dispositivo que llevan implantado y la longevidad asociada del mismo, según un estudio online con enmascaramiento doble realizado por un proveedor externo con 189
pacientes portadores de dispositivos de alto voltaje de Boston Scientific.

La longevidad de los dispositivos es una de las características más valoradas
por los médicos en la prevención y el control de la insuficiencia cardiaca.

Una mayor longevidad del producto supone una mejor relación calidad-precio, lo que equivale a una reducción de los costes para los sistemas sanitarios y, en algunos países, para los propios pacientes. También supone un menor número de intervenciones, lo que, a su vez, reduce la ansiedad de los pacientes y permite ahorrar tiempo a los hospitales. En definitiva, una mayor longevidad del producto equivale a un menor riesgo clínico y, por tanto, a unos mejores resultados.

Una de las razones principales por las que se deben sustituir los dispositivos es que la batería deja de funcionar. Un 73 por ciento de los pacientes se muestra preocupado por la duración de la batería de su dispositivo y la longevidad asociada del mismo, según un estudio publicado en enero de 2011. Aproximadamente el 70 por ciento de los pacientes con DAI necesita un nuevo dispositivo cuando se agota la batería del que llevan implantado y, de estos, un 40 por ciento acaba necesitando una nueva sustitución por el mismo motivo.

La longevidad de los dispositivos reduce los costes sanitarios

Cada vez que un paciente requiere un nuevo dispositivo, el sistema de salud y los responsables de financiar los dispositivos deben afrontar costes significativos por adelantado. Si el paciente presenta complicaciones después del implante, esto repercute en costes adicionales. Por tanto, un dispositivo que dura más equivale a una mejor relación calidad-precio a largo plazo. Ahorra tiempo, ya que un menor número de implantes a lo largo de la vida del paciente significa que este pasará menos tiempo en cirugía y en recuperación, y permite ganar tiempo a los equipos de cirugía.

La adquisición y el uso de los dispositivos están cambiando. Así, la toma de las decisiones se está desplazando de los médicos a los gestores de adquisición y suministros. Debido al envejecimiento de la población y al aumento de las enfermedades crónicas, incluida la insuficiencia cardiaca, los dispositivos no solo deben mejorar la salud de los pacientes, sino que también se deben tener en cuenta los costes sanitarios totales. Las empresas fabricantes intentan que las baterías, los generadores de impulsos de los DAI y los electrodos tengan cada vez más duración. En consecuencia, los nuevos DAI que se fabriquen deben ser lo suficientemente flexibles y duraderos para adaptarse a las necesidades clínicas en constante evolución de unos pacientes que viven cada vez más.

La garantía más extensa, de hasta 10 años, para ENERGEN™ e INCEPTA™

Boston Scientific es el único fabricante que ofrece una garantía de sus baterías de hasta diez años, el doble de la de otros DAI y CRT-D del mercado actual. Esta duración es posible gracias a una batería superior, que cuenta con una mayor capacidad, consume menos energía y utiliza procesos químicos mejorados. Esta garantía ofrece a los gestores sanitarios y a los propios pacientes tranquilidad, seguridad, mejores resultados y un ahorro económico. “La creación de dispositivos más duraderos es la base principal de todos los planes de desarrollo de los DAI y los CRT-D de Boston Scientific”, según ha informado la propia compañía. El programa de garantía prolongada que Boston Scientific ofrece a médicos, pacientes y responsables de financiación está basado en datos obtenidos por Boston Scientific a partir de la implantación de 67.000 dispositivos que funcionan con su nueva batería.

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