Redacción. Palma
El Colegio de Médicos de Baleares (Comib) ha expresado su "rotunda condena" ante la "bárbara" agresión sufrida por varios médicos en el área de Hemodinamia del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Son Espases, que fueron "brutalmente atacados y agredidos" por un numeroso grupo de familiares y allegados de una paciente que había sido derivada del Hospital Son Llàtzer al de Son Espases en situación crítica. El presidente del Comib, Antoni Bennasar, se ha interesado por el estado de salud y anímico de los facultativos agredidos, a los que personalmente les ha hecho llegar "todo el apoyo institucional y jurídico de la entidad colegial". Así, la institución ha anunciado que se personará como acusación particular contra los autores de esta nueva agresión a profesionales sanitarios y pedirá que la pena sea tipificada como delito de atentado a la autoridad.
Hospital Son Espases.
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Por su parte, el sindicato de Enfermería SATSE también ha lamentado y ha condenado el ataque y entiende que el Ib-Salut es en “gran parte responsable de los hechos pues está entre sus obligaciones el garantizar la seguridad de los profesionales mientras ejercen su trabajo”. Del mismo modo, “espera que tanto la administración de justicia como la administración sanitaria autonómica actúen contra los agresores”. SATSE ha recordado también que los hechos fueron “en detrimento de la calidad asistencial del resto de pacientes, pues todas las pruebas y visitas con los especialistas de Cardiología quedaron canceladas” después de los hechos denunciados.
El Ib-Salut estudia personarse contra los agresores
Asimismo, el Servicio Balear de Salud (Ib-Salut) estudia personarse como acusación particular contra los agresores de estos profesionales sanitarios del Hospital Son Espases. Así lo ha explicado el director general del Ib-Salud, Migel Tomás, quien ha indicado que los servicios jurídicos están barajando esta posibilidad y ha mostrado todo su apoyo hacia los tres médicos y la enfermera que fueron agredidos mientras estaban desarrollando su actividad profesional. Con todo, Tomás ha remarcado que se trata de una situación "excepcional", si bien, ha insistido en que este tipo de actos "no tienen que ocurrir nunca".
El director general ha defendido que entre el entorno del paciente y el médico no deben haber "barreras físicas", ningún guarda de seguridad en medio, precisamente para que la comunicación sea más fluida y directa, por lo que ha negado que lo ocurrido en Son Espases se deba a un problema de "seguridad" sino más bien, se trata, a la falta de entendimiento de algunas personas sobre la profesión sanitaria. "La seguridad va ligada a la actividad habitual que se desarrolla dentro de cada centro, en este caso de Son Espases, donde en principio creemos que es la adecuada", ha apostillado.
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